martes, 10 de noviembre de 2015

✡Oración que ➵Salva VIDAS-6.✡

Salmos 7
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Cuando hablamos de las injusticias no podemos negar, que todos nosotros hemos experimentado lo que es vivir una injusticia, y si preguntáramos en algún lugar donde hay varias personas reunidas, ¿Cuántos recuerdan alguna injusticia vivida? Creo que todos responderían afirmativamente. Pero si cambiamos la pregunta y la formulamos así ¿Cuántos recuerdan haber hecho alguna injusticia? Seguramente el porcentaje de los que afirmarían haber hecho algo así disminuiría considerablemente. 



¿Por qué? Bueno, porque nosotros guardamos registros de las cosas malas que nos hacen, pero queremos olvidarnos de las cosas malas que hemos hecho: 
 


Ilustración: Es como aquel ladrón armado llamado Dennos Curtis, a quien arrestaron en el año de 1992 en Rapad City, Dakota. Según parece, Curtis tenía escrúpulos acerca de sus fechorías. La policía encontró en su billetera una hoja de papel en la cual había escrito el siguiente código: 

  • No mataré a nadie a menos que sea necesario. 
  • Robaré dinero en efectivo y cupones de alimentos, no cheques.
  • No usaré máscara. 
  • No robaré minimercados ni tiendas de gasolineras. 
  • Si me persiguen policías a pie, intentaré escapar corriendo. Si me persiguen en vehículos, no pondré en peligro la vida de civiles inocentes. 
  • Solo robaré siete meses al año. 
  • Disfrutaré robándoles a los ricos para darles a los pobres. 


Este tipo tenía un concepto muy distorsionado de los valores y de la moralidad. Había creado su propio sistema de valores en medio de una conducta inapropiada. La Biblia nos enseña que la injusticia es algo con lo que podemos lidiar. Aprendamos pues cómo hay que tratar con las injusticias. 


* Salmos 7 : 8 - 9: 
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I.- LA JUSTICIA: 
 
 
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En este salmo 7 David busca a Dios como su Juez, busca que le hagan justicia. Todos nos podemos identificar con el salmista, ya que todos nosotros cuando sufrimos de humillaciones, de injusticias, de malos tratos, de discriminación, etcétera. 

Tenemos sed de justicia, una necesidad de ser entendidos y comprendidos. David estaba siendo acusado y señalado por sus enemigos, es por eso que busca fundamentalmente su vindicación. Tenía una necesidad en su alma de que le hicieran justicia. Esa es la razón por que busca a Dios como su juez. 


Cuando una persona es injustamente señalada o castigada hay dentro de ella una necesidad de que le hagan justicia, y muchas veces se busca procesar esa necesidad en los lugares incorrectos, o con actitudes inadecuadas. Hay niños que son castigados por sus padres injustamente y crecen con esa necesidad de encontrar justicia, pero mientras crecen la buscan en diferentes circunstancias y en diferentes lugares. 



  • El salmista nos muestra el camino correcto para que nuestra alma, nuestro corazón y nuestra mente puedan procesar las injusticias.
  • David nos habla de este tema porque él experimentó en carne propia las injusticias de la vida, y nos enseña a cómo tratar con ellas. 
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II.- LA PREOCUPACIÓN DE DAVID: 
 


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  • Jehová Dios mío, en ti he confiado; Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame, No sea que desgarren mi alma cual león, Y me destrocen sin que haya quien me libre. Jehová Dios mío, si yo he hecho esto, Si hay en mis manos iniquidad; Si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo (Antes he libertado al que sin causa era mi enemigo), Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; Huelle en tierra mi vida, Y mi honra ponga en el polvo. Selah. ((Salmo 7 : 1 - 5)). 
  • En estos cinco versos del salmo siete, David esta viviendo la etapa de preocupación, él está agobiado por las calumnias y por los ataques de sus enemigos. Comienza diciendo Jehová Dios mío, en ti he confiado; Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame, Es una oración donde el salmista esta delante del Juez de toda la tierra, donde esta procesando su angustia. 
  • En el verso tres David se presenta delante de Dios y le dice a manera de pregunta Jehová Dios mío, si yo he hecho esto, Si hay en mis manos iniquidad; Cuando estamos viviendo injusticias una de nuestros conflictos es precisamente este. Nos preguntamos donde hemos fallado. Ahora bien David no se esta preguntando así mismo, sino le esta preguntando a Dios Jehová Dios mío, si yo he hecho esto, Si hay en mis manos iniquidad. 
  • Al leer estos versos podemos descubrir la preocupación de David, la cual lo podemos explicar muy bien con lo que dijo Abraham Lincoln: Mi gran preocupación no es que Dios esté de mi parte; Mi gran preocupación es que yo esté departe de Dios. 
  • Cuando el salmista se presenta delante del juez de toda la tierra, entiende que si las calumnias y las opresiones que esta viviendo él las ha provocado, entonces debe de pagar las consecuencias. Mas el salmista es claro y sabe que nada de lo que esta viviendo lo ha provocado él. Esto lo lleva a la segunda etapa. 



III.- DAVID ANTE EL TRIBUNAL: 
 

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Ahora David esta ante el tribunal divino, ahora esta exponiendo su causa, después de haberse examinado, busca justicia, no busca hacer justicia, sino que busca al Juez justo, para que sea Él, el que le haga justicia. 

Salmos 7 : 6 - 9 :




  • 8.- Jehová juzgará a los pueblos; Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia, Y conforme a mi integridad. 
  • 9.- Fenezca ahora la maldad de los inicuos, mas establece tú al justo; Porque el Dios justo prueba la mente y el corazón. 


Primero el Salmista le pide a Dios que se levante a favor de él, su petición va dirigida a pedir justicia, para que sea Dios el que enfrente a sus angustiadores. También el salmista le pide a Dios que Despierte y que imparta justicia. 

En el verso ocho David dice: Júzgame, Señor, conforme a mí justicia; págame conforme a mi integridad. En estos versos el salmista habla constantemente de justicia porque está ante el tribunal de Dios. Ahora esta exponiendo todas sus causas, sus argumentos, y sobre todo presentándose él como inocente. 

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Solo los inocentes pueden pedir justicia. El haber presentado su dolor y su angustia ante el tribunal de Dios. Lo ha llevado a un desahogo de David, ha logrado procesar su angustia, sus enemigos lo habían acosado, ahora él se ha presentado delante del Juez justo, esto lleva a David a la tercera etapa. 




 IV.- LA ESPERA DE DAVID: 
 

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 Salmo 7:17. 



El alma de David ha encontrado justicia, ha podido procesar su dolor. Su mente ya no esta dividida, ya no esta preocupado. Porque pudo presentar su causa ante el Señor. Ahora el salmista experimenta la tercera etapa. 

La etapa de la espera, donde él puede alabar a Dios porque ha dejado todo en las manos del Señor. Esta es la razón porque el salmo siete termina con este verso que dice: Alabaré a Jehová conforme a su justicia, Y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo. Ya David esta en una actitud de confianza esperando que la justicia de Dios salga a la luz. 



Una de las bendiciones que obtenemos cuando procesamos el dolor de las injusticias, es no permitir que nuestro corazón y nuestra mente sea contaminados, aparezca merodeando alrededor nuestro el fantasma de la venganza. 




V.- UN ENCUENTRO CON LA JUSTICIA: 




El tema en este salmo es básicamente como trata David con la injusticia, sus preocupaciones, sus angustias, como él lleva su causa ante el Señor y pasa por tres etapas que nos señalan como hay que tratar con las injusticias. 


Un principio que debemos de entender para poder procesar las injusticias que hemos vivido y las injusticias que vamos a vivir es. Para poder procesar esa angustia y ese dolor, necesitamos tener un encuentro con la justicia. 
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Es decir, un encuentro con el Señor y Juez, presentar nuestra causa delante de Él. Y luego esperar que Dios haga justicia por nosotros. 


Oración Hoy: Martes 

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Salmos 97 : 5 - 6 
     
     
     
     

domingo, 8 de noviembre de 2015

Lo que no debes preguntar a alguien que está sufriendo.





La gente me pregunta todo el tiempo qué decir y qué hacer por las personas que están en duelo de la muerte de un ser querido. Y me alegro de que pregunten. Me alegro de que quieren saber qué es realmente útil y significativo, y qué es completamente inútil y dañino. Me gustaría poder decirte que siempre sé qué decir. Pero a veces las palabras me fallan. Quisiera decirte que nunca digo las cosas equivocadas. Pero sí lo hago. De hecho, hace unos días cometí el error que a menudo digo a la gente que no haga.
En el momento que lo dije deseé no haberlo hecho. Ya no debería de pasarme. Pero simplemente se me salió. Tal vez es lo que te sale cuando hablas con gente que está en duelo.
Esto fue lo que dije. O más bien, lo que le pregunté:
 
¿Cómo estás?

No es tan malo, ¿cierto? Es una pregunta que revela que nos importa. Permite que la persona sepa que no hemos olvidado su pérdida. Realmente se trata de una invitación a la persona en duelo para hablar de su pérdida. Pero muchas personas afligidas dicen que simplemente odian esta pregunta. Se sienten obligados a informar sobre su desempeño en esta tarea que se les ha dado: seguir viviendo cuando su ser querido ha muerto. Una tarea para la que no estaban preparados y para la que parecen no tener recursos. Es una pregunta que no saben cómo responder:

“Estoy bien” no es del todo correcto. Pueden estar funcionando, y tal vez incluso a sentirse mejor, pero saben que no están “bien”
“Estoy terrible” parece una queja.  
“¡Estoy enojado!” parece inaceptable.  
“Estoy llorando todo el tiempo” parece patético.

Algo está mal

 

“¿Cómo estás?” es una de esas preguntas que siempre molestaba a mi marido, David, en esos días después que nuestra hija, y más tarde nuestro hijo, murieran. Él siempre sintió como si tuviera que cuantificar su progreso de vuelta hacia la normalidad. En nuestro libro, When Your Family's Lost a Loved One (“Cuando su familia pierde a un ser querido”) él escribió:
La persona en duelo sabe qué es lo que quiere escuchar quien le pregunta: que todo está cada vez mejor, que el mundo es cada vez más brillante, que la oscuridad va desapareciendo y las lágrimas están aminorando. Pero muchas veces esa no es la realidad de cómo estás, y es difícil ser honesto acerca de la confusión, apatía, y soledad de la pena. 


La realidad de la aflixión es que a veces justo :



Y es difícil hablar sobre eso.
Tenemos miedo de que si decimos lo triste que estamos se podría pensar que hay algo “equivocado” con la forma en que estamos manejando este duelo. Tenemos miedo de que se asuma que deberíamos estar en un camino ascendente constante hacia la normalidad y que vamos en la dirección equivocada. A veces queremos gritar que nunca vamos a ser “normales” de nuevo. Y a veces solo queremos decir:


¿Qué debes decir?

 

Mientras interactúas con alguien que pasa en el ajuste solitario de duelo, ¿qué deberías preguntar en lugar de “¿Cómo estás?”? Aquí algunas ideas: 


Idea 1.- ¿Cómo luce tu duelo en estos días? Esta pregunta presupone que tiene sentido que la persona está triste, y les da la oportunidad de hablar de ello.
Idea 2.- No me puedo imaginar lo difícil que debe ser hacer frente en estos días sin (nombre de la persona que murió). ¿Hay momentos concretos del día o días de la semana que son especialmente difíciles? Sigue diciendo el nombre de la persona que murió. Es música para los oídos de la persona en duelo.
Idea 3.- Me encuentro realmente extrañando (nombre de la persona que murió) cuando yo… Es un gran consuelo para la persona en duelo saber que él o ella no es la única que extraña a quien murió.
Idea 4.- A menudo pienso en ti cuando estoy (manejando por tu casa/caminando/despertándome/etc.) y oro por ti para que puedas experimentar el consuelo de Dios. ¿Hay cosas particulares en las que podría estar orando por ti a medida que avanzas a través de este tiempo de dolor?
Idea 5.- Sé que el cumpleaños/aniversario de muerte de (nombre de la persona que murió) está cerca y debe ser muy difícil de anticipar ese día sin él/ella aquí. ¿Qué estás pensando de ese día? ¿Hay algo que podamos hacer para ayudarle para pasar ese día?
Idea 6.- Sé que el día festivo del día de madre/padre/su aniversario se acerca. Estaré especialmente pensando en ti y orando por ti en la medida en la que se aproxime. Nos encantaría invitarte durante esas fechas, ¿vienes?.

Nancy y su esposo David han experimentado la muerte de dos de sus tres hijos. Ella ha escrito varios libros aplicando la verad de la Escritura al dolor de la pérdida.
Publicado originalmente en Desiring God. Traducido por Susana Morán
 
Agradecimientos a la WEB

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