Había considerado que serían 3 partes, porque son tres principios pero serán cuatro capítulos.
El tercer principio respecto a una fortaleza de una mujer es:
“La fortaleza de una madre debe ser invertida en sus hijos”
El consejo de Dios en la Biblia en este orden es abundante, he seleccionado algunas citas y casos relevantes.
1 Timoteo 5:14:
“Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia.
“(Las ancianas) que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa…”
“Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada” (Refiriéndose a la Mujer virtuosa).
Mientras consideramos estas porciones de la escritura, indudablemente concluimos que ser madre requiere una gran inversión de energía. Estos versos no son sugerencias; Se trata de la Palabra de Dios. Usa la fortaleza que Dios te ha dado en tus hijos. Esto te va a asegurar dejar un legado detrás.
Las mujeres de carrera, que han renunciado a la maternidad y la crianza de los hijos, (Y yo no me incluyo porque no he renunciado) se han perdido una dimensión exclusiva de la esencia de ser mujer. Cuando mueran no tendrán nada de aquello por lo que han trabajado tanto que puedan llevarse consigo. 1 Timoteo 6: 7: dice: porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
Su legado sera una casa, un carro, algo de dinero, cualquier otra cosa, todo quedará para para terceros que quien sabe qué harán con ello. Echemos le un vistazo a Eclesiastés 2:18-19: “Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí. Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad.
Tu vida, como quiera, querida madre cristiana, se mantendrá encendida para Dios y afotunadamente se duplicará varias veces, repetidamente a través de tus hijos e hijas, si es que los has guiado a servir al Señor. Usa tu fortaleza a la manera de Dios. Esto significa amarlos, por supuesto amor es una palabra tan malinterpretada en nuestros dias. Quiero significar que debes amarlos a la manera de Dios. Estudia 1 Corintios 13, de paso, el capitulo del amor en la Biblia. También, por amor quiero decir que los hijos deben tener disciplina y trato adecuado. Si no, ellos te desgastarán, te consumir as, tu energía sera desperdiciada.
Revisemos algunos proverbios sobre este tema:
Proverbios 13: 24
El que detiene el castigo, a su hijo aborrece;
Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza;
Mas no se apresure tu alma para destruirlo.
La necedad está ligada en el corazón del muchacho;
Mas la vara de la corrección la alejará de él.
No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá.
Lo castigarás con vara,
Y librarás su alma del Seol.
La vara y la corrección dan sabiduría;
Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
Corrige a tu hijo, y te dará descanso,
Y dará alegría a tu alma
También es necesario aplicar tus energías a la espiritualidad de tus hijos. No llegaran a ser espirituales por accidente. Debe suceder a propósito.
Alguna ideas para lograr este propósito:
· Educación bíblica en el hogar. Tiempo diario con la Palabra.
· Devocional diario. No tiene que ser largo y aburrido, pero sí consistente. 5 a 15 minutos tal vez, a medida que los niños crecen, motivalos a leer todo el Nuevo Testamento y quizá toda la Biblia.
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Tiempo de oración: Tener un tiempo de oración con lo hijos justo después del devocional. Tal vez una ellos tengan una petición de oración . Podrían orar unos por otros entre ellos, y así se habituarán a orar en sus propias palabras.
· Tiempo en la iglesia: Manténgalo envueltos tanto como sea posible en las actividades de la iglesia. Cristo amó a la iglesia y se entregó a si mismo por ella. Nosotros hagamos lo mismo.
· Evangelismo, visitación. Sea una ganadora de almas. Involucre se en evangelismo y trata de involucrar a sus hijos de alguna forma.
Un buen ejemplo de una madre invirtiendo su fortaleza en sus hijos es Loida.
2 Timoteo 1:5 ... trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.
Notemos ahora lo que estas madres hicieron por Timoteo en su niñez:
2 Timoteo 3:14-15 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
¡Funcionó! Invirtieron sus fuerzas en el pequeño Timoteo y él llegó a ser el gran predicador y pastor de la iglesia en Efeso.
La 4ta entrada del tema la he titulado: Fuerzas Des ubicadas. Espéralo pronto.
Agradecimientos a la Web
