Por: José Rafael Mallén Malla
Como ser humano tienes que entender la Santidad de Dios para poder ver tu propio pecado. Si no entiendes que Dios es Santo, Santo, Santo, como dice Isaías 6:3 nunca podrás tener convicción de tu inmundicia y no podrás tener la más mínima oportunidad de arrepentirte delante de Dios para poder ir al Cielo Eterno.
1 Corintios 6:9-11 te enseña lo que éramos antes de estar en Cristo, pero donde también se asegura lo que le ocurre a un convertido a Cristo, diciendo: "Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios".
Es por esta causa que Apocalipsis 21:27 atestigua acerca de los que pretenden entrar en la ciudad celestial declarando enfáticamente: "No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero".
Dios desea verte en el Cielo pero...
Para que se cumpla ese deseo de Dios, tienes que reconocer ante Él, una vez y para siempre, que eres pecador y por tanto inmundo por tu pecado, pidiéndole que te limpie por medio de la fe en la Sangre que Cristo derramó en tu lugar para santificarte. De esta manera dejarás de ser inmundo eternamente y entrarás en el cielo.
Te amamos en Cristo Jesús.
No sé en que tú crees o confías para obtener la salvación de tu alma, pero por amor a ti quiero decirte una gran verdad que reposa en la Palabra de Dios acerca de aquel único que puede hacer posible ese deseo tuyo.
En Hechos de los Apóstoles 4:11 a 12 el apóstol Pedro hace una declaración que debes tomar en cuenta.
Allí él declara: "Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos".
El contexto en el cual se dicen estas palabras es sumamente interesante.
Pedro y Juan acababan de ser interrogados acerca de la sanación de un hombre paralítico y acerca del poder con que este hombre fue sanado y es ahí donde estos hombres de Dios aprovechan la oportunidad para enseñar, que fuera de Jesús no hay poder que pueda darle al hombre, no sólo la sanación física, sino la salvación de su alma.
Es por esta razón que debes meditar en quién has puesto tu fe para obtener la salvación de tu alma, porque si esa fe no está depositada en la obra que Jesús hizo por ti en la Cruz del Calvario al morir por tus pecados, tu fe es vana y no podrás ser salvo.
Cree solamente en Jesucristo.
Te amamos en Cristo Jesús.
La verdad es que a veces no entendemos por qué el hombre se apega tanto a las cosas materiales de esta vida cuando sabe dos cosas fundamentales:
Primero: Que de aquí nadie sale vivo.
Segundo: Que todo lo que existe hoy será un día destruido por fuego.
Por el dato bíblico que encontramos en Génesis 6 sabemos que, a causa de la maldad de los hombres Dios trajo juicio sobre los malvados y erradicó a todos aquellos que no creyeron en el juicio de Dios profetizado por Noé.
Hoy te queremos hacer saber que de igual manera Él ha dicho en su Palabra lo que hará con esta tierra.
Hoy te queremos hacer saber que de igual manera Él ha dicho en su Palabra lo que hará con esta tierra.
En 2 Pedro 3:5-7 nos dice Dios acerca de los que niegan este juicio: "Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la Palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos".
Si deseas librarte del juicio de Dios, conviértete a Cristo y serás salvo del inminente juicio de Dios.
Te amamos en Cristo Jesús.
¿Sabías que todo está aconteciendo para la Segunda Venida de Cristo?
Por amor a sus discípulos, Jesús les dijo todo lo que había de acontecer como preámbulo de su Segunda Venida.
Lo que declaró el Señor no fue nada halagador, al punto tal que al final de su exposición les dijo a sus discípulos: "Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor" Mateo 24:42.
Cuando lees Mateo 24 tienes una idea de las cosas que habrán de suceder antes de que el Señor venga, y si lees los periódicos de este tiempo verás que todo ha estado ocurriendo tal y como Él lo profetizó.
En los primeros versículos de Mateo 24 Jesús habla de los acontecimientos más significativos diciendo:
"Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores".
Si quieres estar preparado para el día de su segunda venida, debes aceptarle como tu Señor y Salvador personal.
Te amamos en Cristo Jesús.
Dios es el único que puede ser llamado Padre espiritual aquí en la tierra. El mismo Señor Jesucristo enseñó esto a los discípulos estando aún con ellos.
En Mateo 23:9 Jesús dijo: "Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos".
Esta prohibición ha sido burlada por muchos años por aquellos que hasta el día de hoy se hacen llamar Padres espirituales violentando la Santa Palabra de Dios.
Si analizamos esta demanda del Señor entenderemos que el que hacer caso omiso de lo que Él dice en su Palabra comete un acto de pura arrogancia.
Si tú eres un hijo de Dios porque te convertiste a Cristo, y has nacido de nuevo, entonces llama Padre solamente a Dios que es el que te ha adoptado como su hijo.
En Romanos 8:14-16 se nos enseña a quién llamaremos Abba Padre cuando su Espíritu está en nosotros por haber nacido de nuevo.
"Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios".
Te amamos en Cristo Jesús.
Agradecimientos a la Web
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Hermoso saber que existen personas que lean este proyecto. Gracias por su honorable visita. Les saluda y le doy la bienvenida a leer: Viviendo Por Fe. ©Siervadelmesías.